El foco ya no puede estar únicamente en los intermediarios
Cuando hablamos de criptoactivos, usualmente pensamos en plataformas de intercambio o custodia, mejor conocidas como exchanges o proveedores de servicios de activos virtuales (VASPs). Pero el panorama ha cambiado. El activo en sí mismo —es decir, la stablecoin— se ha vuelto tan relevante en las operaciones tecnológicas y financieras que ya no es suficiente regular solo al intermediario.
En este artículo te explicamos qué son las stablecoins, qué está ocurriendo con su regulación a nivel internacional (en particular en Estados Unidos) y por qué Colombia necesita ajustar su estrategia normativa si quiere proteger a los usuarios, fomentar la innovación y generar confianza en el ecosistema financiero digital.
¿Qué son las stablecoins?
Las stablecoins son activos digitales diseñados para mantener un valor estable, generalmente vinculado a monedas fiduciarias como el dólar, el euro o hasta el mismo peso colombiano. A diferencia de otras criptomonedas volátiles, las stablecoins buscan ofrecer previsibilidad en su precio, lo cual las hace ideales para:
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Realizar pagos digitales
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Enviar remesas
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Estabilizar portafolios de inversión
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Servir como puente entre monedas fiat y cripto
Desde una perspectiva jurídica, una stablecoin es más que un token digital. Es un instrumento de pago, un activo financiero y una herramienta tecnológica que opera en diversas plataformas y que cada vez más forma parte de las estrategias operativas de empresas en transformación digital.

En nuestro país, los esfuerzos normativos en materia de criptoactivos han estado dirigidos exclusivamente a los VASPs. Se han hecho tres intentos legislativos para establecer un marco legal que regule a estos proveedores, pero ninguno ha sido exitoso.
Es decir, seguimos debatiendo cómo licenciar o supervisar a los intermediarios, pero aún no hemos definido reglas claras sobre el activo que se transa: la stablecoin.
Estados Unidos marca el nuevo camino: regular al activo, no solo al actor
Estados Unidos acaba de promulgar el GENIUS Act (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act), una ley histórica que crea el primer marco legal específico para regular las stablecoins como medios de pago. Ya no se trata solo de controlar quién las intercambia, sino de establecer condiciones para su emisión, respaldo y supervisión.
¿Qué establece el GENIUS Act?
- Quién puede emitirlas: Solo pueden emitir stablecoins las entidades previamente aprobadas, incluyendo bancos y emisores no bancarios que cumplan requisitos estrictos.
- Respaldo 1:1 obligatorio: Toda emisión debe estar respaldada en su totalidad por activos líquidos como efectivo, depósitos asegurados o bonos del Tesoro de corto plazo.
- Transparencia financiera: Las entidades emisoras deben publicar mensualmente la composición de sus reservas, ser auditadas por firmas externas y contar con certificaciones de sus directivos.
- Prohibición de intereses: No se permite pagar intereses por tener stablecoins, para evitar su confusión con instrumentos financieros tradicionales.
- Protección del consumidor: Se establece una regulación clara contra la publicidad engañosa y se imponen obligaciones de cumplimiento (KYC/AML) similares a las de instituciones financieras tradicionales.
- Supervisión diferenciada: Dependiendo del tamaño, tipo de emisor y nivel de riesgo, la ley permite enfoques regulatorios estatales o federales.
¿Qué implicaciones tiene esto para Colombia?
Aunque Colombia tiene un contexto económico distinto, lo cierto es que el uso de stablecoins en nuestro ecosistema digital es cada vez más común. Plataformas de pago, soluciones fintech, billeteras digitales y operaciones B2B ya están integrando stablecoins como parte de sus modelos de negocio.
Observar un enfoque regulatorio como EE.UU., ajustado a nuestras condiciones locales, permitiría:
1. Protección del consumidor
Al establecer estándares mínimos de respaldo, liquidez y transparencia, se reduce el riesgo de fraudes, quiebras no anticipadas o pérdidas masivas.
2. Claridad jurídica
Las empresas que emiten, aceptan o integran stablecoins sabrían bajo qué condiciones operar legalmente, lo cual facilitaría su expansión y consolidación.
3. Estímulo a la innovación responsable
La existencia de reglas claras no inhibe la innovación; por el contrario, fomenta modelos de negocio sostenibles y auditables, que pueden escalar con confianza.
4. Interoperabilidad con sistemas de pago locales
Si el país avanza en iniciativas como Pagos Inmediatos como Bre-B, no tiene sentido ignorar que muchos de esos pagos se están realizando con stablecoins. Un marco legal adecuado permitiría una integración real y segura.
5. Reducción de riesgos sistémicos
Con una supervisión adecuada, se mitigan riesgos como el lavado de activos, la evasión fiscal o el uso de estructuras opacas sin control.
No es solo un tema de cripto: es una cuestión de competitividad
Mientras otros países se enfocan en promover la innovación con responsabilidad, Colombia no puede quedarse discutiendo si debe regular a los exchanges o no. El enfoque debe cambiar hacia el activo.
Regular las stablecoins no implica restringir su uso, sino establecer un marco que permita:
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Fomentar la innovación financiera
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Proteger a los consumidores
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Facilitar la supervisión del riesgo
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Promover inversiones tecnológicas con estabilidad jurídica
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Escrito por Diego Beltran Avila
Ceo&Founder GroupLegalTic