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Emociones

Analizamos el caso de Andy Byron, CEO de Astronomer, desde la responsabilidad empresarial.

¿Qué pasa cuando tu evento hace viral a alguien... sin querer?

Hoy en día, organizar un evento corporativo o patrocinar un espectáculo puede parecer una estrategia brillante de marketing. Pero, ¿y si la tecnología que usas convierte a un asistente en protagonista… sin su consentimiento real? 🤳

Si tu empresa organiza eventos (internos o masivos), transmite en pantallas gigantes, utiliza cámaras o aplica herramientas con inteligencia artificial, necesitas hacerte esta pregunta urgente:

 

¿Estás protegiendo legalmente a tu empresa frente a un posible escándalo viral?

El consentimiento no siempre es tan claro como parece

Cuando alguien entra a un evento, muchas veces está «aceptando» que lo filmen, lo proyecten en pantallas o lo incluyan en transmisiones en vivo. Es lo que legalmente llamamos un acto inequívoco de consentimiento. Como cuando entras a un centro comercial sabiendo que hay cámaras de seguridad.
En eventos internacionales, es común que los términos y condiciones de uso de imagen estén incluidos en el boleto o en avisos visibles al ingresar. Pero eso no siempre significa que el consentimiento sea consciente, informado o específico.
🎯 Ejemplo real: Andy Byron, CEO de Astronomer, fue captado durante un concierto. En 30 segundos se convirtió en una tendencia mundial. El algoritmo de la “Kiss Cam” lo eligió aleatoriamente, pero su imagen —y una situación privada— quedaron expuestas. El resultado: memes, juicios mediáticos, daño reputacional… y una discusión legal de fondo.

 

 

evento
Cuando la tecnología escoge a quién mostrar en pantalla, muchos empresarios asumen que es «algo del sistema» o del software. Pero ojo 👁️:
Tu empresa es quien decide usar esa tecnología. Y eso la convierte en corresponsable.
Incluso si el software actúa de forma automática, si el uso afecta derechos fundamentales —como la privacidad o la dignidad—, la empresa que organiza, promueve o facilita ese evento puede ser demandada.
  • 👉 Lo vimos recientemente este año con Google, cuando fue demandado en Argentina por Google Street View por captar imágenes que vulneraban la intimidad.
  • 👉 O el caso Coinbase en EE.UU., donde se inició una demanda colectiva por uso indebido de información biométrica.
  • 👉 En Bulgaria, también se reconoció el daño moral como indemnizable por acceso indebido a datos personales.

La delgada línea entre espacio público y privacidad

La tecnología ha hecho que estar en un espacio público signifique renunciar a tu privacidad. Cada vez más personas están siendo expuestas en pantallas, redes y plataformas sin que hayan dado su consentimiento de manera informada. Y eso tiene implicaciones legales serias.
📌 ¿Qué pasa si proyectas a alguien sonándose la nariz, discutiendo con su pareja o simplemente en una situación incómoda? Tal vez cause risa al inicio, pero si eso termina en viralización, burla o daño reputacional, el afectado puede tomar acciones legales.
La privacidad ya no es solo una cuestión ética. Es una responsabilidad legal.

Entonces, ¿qué debe hacer una empresa al organizar un evento?

No basta con poner un cartel diciendo “aceptas ser grabado”. Hoy, más que nunca, se requiere una revisión seria de los siguientes puntos:

✅ Redacción clara y visible de términos y condiciones

✅ Consentimiento específico e informado (especialmente si se usarán cámaras o IA)

✅ Protocolos frente a imágenes sensibles o captaciones accidentales

✅ Responsabilidad sobre el uso de algoritmos automatizados (como cámaras inteligentes)

✅ Evaluación legal previa de los riesgos de cada herramienta tecnológica que se usará

Y sobre todo: capacita a tu equipo. No dejes estas decisiones únicamente en manos del proveedor audiovisual. Tú eres el responsable final como organizador o promotor del evento.

Lo que está en juego

Este no es solo un tema de marketing o comunicación. Es un asunto de cumplimiento legal, protección de derechos humanos y, en muchos casos, de sostenibilidad reputacional.

 

🎯 El caso de Andy Byron no es sobre infidelidad. Es sobre el futuro de la privacidad humana.

Vivimos en un entorno donde la tecnología decide qué momento merece ser viral, y las empresas deben decidir si están preparadas legal y éticamente para enfrentar eso.

¿Tu empresa organiza eventos o actividades con tecnología de captura de imagen? Este es el momento de revisar tus términos y condiciones. Una omisión puede volverse viral... y costarte muy caro.

Si necesitas asesorarte de un equipo legal en tecnología, no dudes en contactarnos.

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